sábado, 7 de marzo de 2009

LA VERDADERA REALIDAD

Los científicos están demostrando que el mundo que llamamos real es una ilusión construida por nuestra mente. La física cuántica y la neurociencia están desmontando los pilares sobre los que se asentaba esa falsa realidad.
Igualmente, nuestra identidad, nuestro yo, es algo ilusorio, que se ha ido formando y modificándose a lo largo de nuestra vida en función de la educación recibida, la cultura en la que nos hemos desarrollado y de las experiencias vividas.
Si nos paramos a pensar un poco, no tenemos nada que ver con el que éramos hace diez, veinte o treinta años. Nuestro cuerpo, con el que estamos tan identificados, está en un proceso de recambio continuo: Al respirar, beber o comer incorporamos átomos y moléculas procedentes del exterior e igualmente eliminamos otros a través de nuestras secreciones. La totalidad de los componentes de nuestro cuerpo se recambian en el plazo de dos años.
El dicho “Nunca nos bañamos dos veces en el mismo río” es perfectamente válido para nuestro cuerpo y para nuestra mente: “Nunca pensamos dos veces con el mismo cerebro”.
Pero entonces … ¿Qué somos? La respuesta la encontramos en el Vedanta: “Somos pura Conciencia”. El problema es que esa conciencia está identificada con la forma que le da el yo, experimentando entonces sus limitaciones y contradicciones. Sólo si la Conciencia puede desidentificarse del yo, podrá experimentar su Realidad y la Realidad es que Todo es Uno y que lo que une las diferentes partes del Todo es una energía de Puro Amor y Puro Gozo.
Algunas personas consiguieron alcanzar este nivel de conciencia: Buda, Jesucristo, Lao Tsé, Gyaneshvara, San Juan de la Cruz etc, pero ninguno de ellos nos dejó un procedimiento con el que poder lograrlo también el resto de los seres humanos.
Afortunadamente, en el siglo XX otra persona iluminada, Shri Mataji Nirmala Devi, ideó un método al que denominó Sahaja Yoga, a través del cual es posible obtener el despertar de esta nueva Conciencia.

viernes, 5 de diciembre de 2008

KUNDALINI: LA ENERGÍA DE LA CONCIENCIA



INTRODUCCIÓN:

Desde hace miles de años, se conoce en la India la existencia de una energía, que reside en el hueso sacro, enrollada en tres espirales y media, y que se encuentra en estado latente o dormida.
Unas pocas personas, dedicadas a su desarrollo espiritual, consiguieron su despertar después de una vida de purificación y desapego, y algunas de estas personas, a su vez, actuaron como maestros, ayudando a otros en este proceso de crecimiento interior.
El conocimiento sobre la Kundalini se mantuvo en secreto, restringido a aquellos discípulos que los maestros consideraban suficientemente evolucionados, y en ningún momento se divulgó a nivel general.
A las personas con su Kundalini despierta las llamamos “realizadas”, por haber tenido la realización del Ser.
Hablar de Kundalini, implica explicar algunos conceptos relacionados con el cuerpo energético humano, también conocido en la India desde la antigüedad.

EL SISTEMA ENERGÉTICO:

Este sistema o cuerpo energético que penetra el cuerpo físico y del que el propio cuerpo físico sería sólo la parte visible, algo así como la punta del iceberg que aparece fuera del agua y que sólo es una pequeña parte de la totalidad, donde la porción más importante se encuentra sumergida y aparentemente invisible. El cuerpo humano es, por tanto, un organismo energético, donde fluyen energías de distinta “densidad”. Lo más significativo de este cuerpo sutil son los tres canales, que permiten el flujo de la energía y los siete centros energéticos situados a lo largo de esos canales, denominados chacras en la tradición. Toda esta estructura tiene su expresión en diferentes partes del cuerpo físico, como ahora veremos.
En la parte inferior del canal central se encuentra Kundalini, en el lugar donde, en el cuerpo físico, se encuentra el hueso sacro. Resulta curioso que el hueso en el que se localiza fuera denominado por los griegos como hueso sacro, es decir, sagrado. Habían observado que este hueso era el más resistente a la acción del fuego.

Los tres canales de energía, a los que se llama “nadis” en la tradición, se disponen a lo largo de la columna vertebral y en sánscrito reciben el nombre de:
· Ida Nadi, situado en la parte izquierda del cuerpo.
· Pingala Nadi, situado a la derecha.
· Sushumma Nadi, en la parte central.

A partir de ahora, y para simplificar, los llamaremos canal izquierdo, derecho y central respectivamente. Los canales laterales se cruzan a nivel de la frente, terminando cada uno de ellos en el hemisferio cerebral del lado opuesto, formando sendos globos de energía.
El canal izquierdo es un canal continuo, compuesto por una energía densa, denominada Tamas, que es la que alimenta nuestros deseos y emociones, y que va a formar lo que en la sicología convencional se denomina subconsciente o superego, es decir, una especie de depósito de memorias reprimidas que van a constituir programas de condicionamiento en nuestra vida.
El canal derecho es también un canal continuo y está compuesto por una energía excitante, llamada Rajas, gracias a la cual podemos ponernos en acción para realizar nuestros deseos, planificar hacia el futuro y desarrollar un pensamiento lógico. Es también la energía que nutre nuestro ego, es decir, el sentimiento de ser uno mismo, identificado con el cuerpo y los mensajes de la mente.
El canal central presenta una discontinuidad a nivel del abdomen (ver Fig. 3). Su energía se denomina Sattwa, es mucho más sutil que las anteriores, -se podría decir que es absolutamente inmaculada -, y es la que nos permite evolucionar como seres humanos.


La energía Kundalini, que es la energía de la verdad y la realidad para la conciencia, debería ascender hasta el cerebro por este canal central, que es el único que por la naturaleza pura de su energía podría transportarla sin ningún tipo de distorsión, sin embargo, debido a esta discontinuidad, no puede ascender por el canal central, a no ser que esa brecha se haya cerrado previamente. Al no ser así, el cerebro se alimenta de energías procedentes del lado izquierdo o derecho, que no permiten que lo “real” se instale en él y, en cambio, lo nutren con materiales imaginarios del pasado o del futuro. Estas dos energías “laterales” se inflan en los dos hemisferios cerebrales y conducen al organismo hacia posturas erróneas y desequilibrios. La solución es el “reequilibrado” de las energías, para lo cual es imprescindible cerrar la brecha del canal central. Más adelante explicaremos la técnica que hace que esto sea posible, a la que llamamos ejercicio de la realización, y que es una iniciación a Sahaja Yoga.
Los siete centros energéticos o chacras son puntos donde se dan interconexiones de los tres canales. La palabra chacra significa rueda y se dice que tienen un movimiento circular en el plano horizontal y en sentido horario, cada uno de ellos con una frecuencia vibratoria diferente. También se representan como “lotos” con diferente número de “pétalos” (que equivalen a cualidades), dependiendo de cuál de ellos se trate.


CORRESPONDENCIAS ANATÓMICAS:

Hoy en día sabemos que este sistema energético se corresponde a nivel físico con el Sistema Nervioso Autónomo, que es el encargado de regular la función de los diferentes órganos, así como de mantener el equilibrio de las constantes vitales (presión arterial, temperatura, etc.) Los canales laterales, izquierdo y derecho, se corresponden con las cadenas simpáticas izquierda y derecha, mientras que el canal central tiene su correspondencia con el sistema parasimpático, en el que se puede observar la discontinuidad de la que hablábamos previamente.


Los chacras tienen su base anatómica en los plexos nerviosos, formados por interconexiones procedentes tanto de las cadenas simpáticas, como del parasimpático. Los nombres de los chacras y la correspondencia entre cada uno y los plexos nerviosos es la siguiente:
1. Muladhara: plexo pélvico o plexo hipogástrico.
2. Swadhistan: plexo aórtico.
3. Nabhi: plexo mesentérico o plexo solar.
4. Anahata: plexo cardiaco.
5. Vishudhi: plexo cervical.
6. Agnya: quiasma óptico.
7. Sahasrara: área límbica.

Así pues, los chacras controlan diferentes órganos y glándulas a nivel físico, pero también regulan diferentes funciones y cualidades de nuestro psiquismo.


EL DESPERTAR DE KUNDALINI:

Cuando la energía Kundalini se despierta, llega hasta el cerebro y activa en él la capacidad de percibir la propia energía: Si fluye sin obstáculos, se sentirá una brisa fresca saliendo de las palmas de las manos y de la parte superior de la cabeza, y si hay obstrucciones en los chakras, comenzará a limpiarlos, desprendiéndose calor, que será igualmente percibido en las manos y en la cabeza. Los bloqueos de los chakras se sentirán como pinchazos, hormigueo o presión en la yema del dedo correspondiente o en otros puntos de las palmas de las manos, ya que existe una correspondencia entre los chakras y éstas, tal y como puede apreciarse en la Fig. 4. Como consecuencia de esta limpieza de los chakras, los órganos que dependen de ellos comienzan a relajarse y a recibir un mayor flujo de energía, con el consiguiente beneficio para la salud.
Se han realizado estudios científicos, que demuestran que el fluir de Kundalini disminuye la presión arterial en hipertensos, mejora la función respiratoria en pacientes asmáticos, reduce el número de crisis convulsivas en pacientes epilépticos, mejora los síntomas de niños con hiperactividad y déficit de atención, reduce los síntomas de la menopausia y produce una mejoría clínica en pacientes con estrés o depresión.
También se produce una relajación a nivel mental, disminuyendo el flujo de pensamientos que habitualmente bombardea nuestra conciencia y, si fluye con suficiente intensidad, es posible alcanzar un estado especial de conciencia al que se denomina Nirvichara Samadhi o conciencia sin pensamientos, en el que es posible percibir la realidad tal cual es, sin ningún condicionamiento o prejuicio que la distorsione. Este estado se acompaña de un sentimiento de gozo interior, que se correlaciona con una mayor producción de endorfinas, objetivada en estudios científicos.
El 5 de mayo de 1970, Shri Mataji Nirmala Devi experimentó en sí misma la apertura del chakra sahasrara, sabiendo en ese momento que la Humanidad se encontraba –a nivel colectivo- preparada para el despertar de Kundalini. Ideó un sencillo método al que llamó Sahaja Yoga, mediante el que es posible dicho despertar de una forma espontánea y natural. Ahora ya no es necesario realizar un trabajo previo de purificación interior, sino que la energía ascenderá por el Canal Central en la medida que se lo permita el estado de los chakras, aportando, en cualquier caso, una luz para la conciencia y ayudando a que cada uno se convierta en su propio maestro, ya que Kundalini irá mostrando los errores cometidos a través de las señales de las manos a las que antes hacíamos referencia.
Kundalini reacciona ante todo aquello que es verdadero o que emite energía Sattwa, subiendo por el Canal Central y en forma de vibraciones frescas en las manos y en lo alto de la cabeza. Por el contrario, cuando está ante algo falso, la sensación será de calor y pinchazos. De esta forma, alguien con su Kundalini despierta puede saber lo que es verdad y lo que no lo es, así como lo que es positivo para su evolución y aquello es negativo.

viernes, 1 de febrero de 2008

RECOPILACIÓN DE INFORMACIÓN, ESTUDIOS CIENTÍFICOS Y MÉTODOS DE TRABAJO SOBRE LA ENERGÍA KUNDALINI Y LOS CHACRAS.

http://www.sahajayoga.es/

http://www.meditationresearch.co.uk/

http://www.sahajahealthcentre.com/



LA SALUD Y LA ENFERMEDAD:

La Organización Mundial de la Salud define la salud como un estado de bienestar físico, psíquico y social. Cuando este bienestar se menoscaba, en alguno de estos aspectos, se habla de enfermedad; pero… ¿cómo aparece la enfermedad? En la actualidad, la medicina conoce la causa de unas pocas enfermedades pero ignora la de la mayoría de ellas. Algunas, como la hemofilia, tienen una causa genética. En otras, se ha podido identificar un agente causal. Es el caso del tabaco y el cáncer de pulmón o el del consumo de alcohol y la cirrosis hepática. Dentro de estos agentes causales, cada vez se va dando más importancia a factores psíquicos o emocionales como responsables de ciertas enfermedades. Así, por ejemplo, se reconoce que cuando una persona se encuentra deprimida también se deprime su sistema inmunitario, volviéndose mucho más susceptible a padecer infecciones. Igualmente, el estrés o la ansiedad crónica están en el origen de muchas afecciones. Sin embargo, se desconoce la causa de la mayoría de las enfermedades, algunas de ellas tan frecuentes como el asma o la hipertensión arterial.
La interrelación entre lo físico y lo emocional es un fenómeno aceptado desde hace tiempo por la medicina occidental, pero tanto a lo que llamamos cuerpo físico como las emociones, pueden entenderse también como entidades energéticas conectadas, que interaccionan para mantener en equilibrio al ser humano total. Esta visión global energética es la que sustentan algunas corrientes terapéuticas de Occidente, como por ejemplo, la homeopatía. En otras culturas, la concepción energética del ser humano forma parte, desde muy antiguo, de la tradición en la que se fundamentan sus teorías y técnicas de tratamiento. Un caso muy conocido es la acupuntura china, que ya se practica de forma generalizada en los países occidentales. Los métodos terapéuticos de la India no son tan populares, pero también se basan en una visión esencialmente energética del organismo humano, donde se estructuran no sólo los órganos que conocemos formando parte del cuerpo físico, sino también aquellos que sirven al funcionamiento de la mente y las emociones, así como los que sirven de soporte a nuestra entidad espiritual.
Sahaja Yoga participa de esta manera de entender al ser humano. Así pues, desde su punto de vista, toda enfermedad, sea psíquica o física, comienza por un desequilibrio a nivel energético sutil. Posteriormente, si este desequilibrio se mantiene, se expresará también en otros niveles.
Los chakras se pueden bloquear por factores físicos, - como el tabaco o el alcohol -, psíquicos, - como la culpa o el miedo -, o energéticos.
Con el despertar de la energía Kundalini, a través del método de Sahaja Yoga, es posible recuperar el equilibrio perdido y, por consiguiente, la salud, ya que al ascender por el Canal Central va limpiando los chakras obstruidos, suministrando nueva energía a los órganos dañados. También será necesario hacer introspección para conocer la causa del bloqueo y cambiar las actitudes erróneas, así como ayudar a la energía utilizando las técnicas terapéuticas propias de Sahaja Yoga, que se pueden aprender de forma gratuita en cualquiera de los centros sahaja, cuyas direcciones se encuentran en la página web www.sahajayoga.es
Además, Sahaja Yoga proporciona un método de diagnóstico precoz, ya que cuando existe una obstrucción en alguno de los chakras, es posible sentirlo en forma de calor, pinchazos, hormigueo o presión en las palmas de las manos, ya que existe una relación entre cada uno de los chakras y las yemas de los dedos y otros puntos de la palma de la mano, permitiéndonos corregir el desequilibrio energético antes de que aparezca la enfermedad.